Se cree que la cacería del orangután ha tenido lugar desde el principio de los tiempos, esto se basa en el hecho de que muchas imágenes rupestres los muestran como mascotas o estando confinados para más tarde ser consumidos como alimento. En los inicios, la caza de estos animales era muy diferente de lo que es hoy, se hacía sobre todo, como base necesaria para la supervivencia del hombre, por otra parte su piel y huesos eran utilizados en la confección de las herramientas primitivas. Hoy en día la caza del orangután sigue teniendo lugar en algunas zonas como fuente de alimento de carne, también para eliminarlos de la competencia por los distintos tipos de frutas que crecen en los bosques y son consumidas por el hombre pues los orangutanes consumen grandes cantidades en su dieta diaria. Por otra parte con el aumento el número de habitantes, muchas veces las aldeas necesitan más fuentes de alimentos y por tanto también consumirán la carne de estos animales.
También existen quienes los cazan por pura diversión, hay personas de todo el mundo que van a lugares remotos para poder cazar legalmente a los orangutanes, siendo el trofeo más importante para ellos que el futuro de estos animales. Muchas de estas personas no tienen la información correcta y no son conscientes de que están en peligro de extinción, otros lo conocen pero simplemente no les importa.
Se cree que más de 1.000 orangutanes son contrabandeados anualmente para ser vendidos como mascotas en todo el mundo. A fin de poder acceder a ellos, las madres tienen que ser eliminadas ya que no renuncian fácilmente a sus crías, desde que montan las espaldas de sus madres durante los primeros dos años de vida es muy difícil conseguir quitárselos de manera pacífica. Atraparlos en una red, tomar la descendencia y dejar que la madre se vaya no es suficiente para los cazadores, los cuales no van a poner sus vidas en peligro, además de que las crías jóvenes de orangutanes son muy costosas en el mercado negro. Los órganos de gobierno en las áreas donde todavía viven estas criaturas están dando condenas muy severas por la caza y el tráfico ilícito de estos, sin embargo, hay películas independientes que sugieren que estos eventos se llevan a cabo de forma regular, el hecho de que la evidencia es capturada en la película significa que no se puede negar u ocultar. Hay leyes para proteger a los orangutanes de la caza sin embargo, en la mayoría de las áreas no hay nada que haga cumplirlas en absoluto.
Sencillamente tiene que haber más leyes así como la ejecución de las mismas para proteger a los orangutanes de la caza. La colocación de los responsables en la cárcel por largos períodos de tiempo puede enviar un mensaje enorme para los que siguen participando en esta faena, lo que hará que el beneficio económico sea demasiado riesgoso para seguir siendo una parte de él. Ofrecer recompensas generosas para informar de la caza de orangutanes es otra manera de asegurarse de que el proceso se reduce significativamente. Nada hace que las personas se denuncien entre sí más rápido que el saber que van a ganar dinero por ello, de hecho, es probable que otros cazadores comiencen a hablar de personas que conocen que hacen esto. Esto puede parecer injusto, pero también lo es el hecho de que todos ellos están destruyendo el futuro de esta especie para enriquecerse.