Depredadores del orangután

El orangután no tiene muchos depredadores por naturaleza, sin embargo tampoco tiene muchas armas para defenderse y salir ileso. El hecho es que casi siempre encuentra en los árboles la ayuda para protegerse de una variedad de animales que están en la tierra. Por otra parte se sabe que solo están en el suelo alrededor del 5% del tiempo, y solo cuando los víveres se les están acabando en los árboles.

Los tigres y otros grandes felinos son conocidos por atacarlos, especialmente a los más pequeños, pueden esconderse bien en el bosque y saltar rápidamente antes de que tengan la más mínima posibilidad de moverse, también pueden subir a los árboles por lo que si no está teniendo mucha suerte para encontrar comida en el suelo van a subir muy alto. Estos grandes felinos a menudo cazan a los orangutanes en la noche cuando están dormidos.

Al parecer a medida que los hábitats naturales en las selvas tropicales se hacen cada vez más pequeños, los orangutanes se enfrentan a más amenazas por parte de los tigres. Sus números son bajos y enfrentan problemas para encontrar suficiente comida ahí. Con frecuencia también comparten las mismas fuentes de alimento con muchos otros animales. Se trata de uno de los pocos animales con la capacidad de trepar árboles aunque no hay mucha competencia cuando se trata de alimentarse de orangutanes.

Las pitones de gran tamaño que viven en los árboles también son una amenaza para los orangutanes, se mezclan tan bien con el entorno que incluso aquellas que miden muchos metros de largo pueden pasar desapercibidas. Las pitones pueden envolverse alrededor de ellos muy bien y mantenerlos así a pesar de que estos animales son muy fuertes y poderosos.

Los seres humanos son la mayor amenaza y depredadores para los orangutanes en muchos niveles, en primer lugar, continuamente destruyen su hábitat natural quedándoles menos espacio para sobrevivir y, a menudo tienen dificultades para encontrar suministros de alimentos adecuados, sin contar que en ocasiones también son cazados por deporte y por su carne, aunque esto último no es muy común. A menudo los capturan vivos o matan las madres y luego venden las crías como mascotas. Cuando estos orangutanes pueden ser interceptados ya son huérfanos y realmente no pueden desenvolverse bien en su hábitat natural. Por esto se colocan en cautiverio en zoológicos y ahí pasan el resto de sus vidas.

A pesar de muchos esfuerzos para protegerlos hay muchos humanos que están determinados a obtener riquezas a costa de la vida de estos animales. Las penas por hacerles daño o matarlos tampoco es muy grave y a menudo son los intermediarios los que se quedan atrapados en este tipo de operaciones ya que la persona que está al mando y está haciendo el dinero grande se mantiene muy por detrás de las escenas.

Los seres humanos siempre han sido depredadores de los orangután espero esto ha aumentado en las últimas décadas debido a la necesidad de tierra que  tienen los seres humanos para la agricultura, la misma que han habitado estos animales por miles de años. Muchos seres humanos tienen la mentalidad de que pueden tomarla sin preocuparse por lo que esto puede hacerle al equilibrio natural de las cosas.

Muchas personas han oído demasiadas historias acerca de orangutanes que atacan a los humanos y no hay verdad en ello, lo que es a menudo una historia que se cuenta para tratar de justificar la matanza de estos animales. Son animales salvajes pero no representan una amenaza para los seres humanos, aunque si pueden llegar a ser agresivos si se sienten amenazados.